miércoles, 15 de abril de 2015

La Educación Social, una disciplina también cultural

A lo largo de nuestros estudios en la universidad, nos han mostrado la educación social como una materia cuyo objetivo es lograr la inclusión de los colectivos más "desfavorecidos", por ponerles un nombre. A partir de esta idea, usada como un eje transversal, han construido un grado universitario. De esta forma, hemos trabajado temáticas encaminadas a diferentes métodos de comprender la educación y su historia, hemos trabajado con el método estadístico junto con la metodología cuantitativa (esto se ha visto en exceso) y también hemos visto diversos colectivos en "riesgo de exclusión social" como los menores, los "delincuentes", las familias, etc. Ah! y también ha habido bastante politiqueo...

La semana pasada irrumpió en nuestra clase una nueva forma de entender la educación social, ajeno a lo visto hasta entonces. Así, nuestro profesor Carlos Monclús nos contó lo que parecía un secreto en nuestra universidad y nos presentó, en primicia: LA EDUCACIÓN SOCIAL COMO ELEMENTO DINAMIZADOR DE LA CULTURA. Y sí, flipando nos quedamos todas y todos en clase.

-Qué me estás diciendo, que yo como educador o educadora social, ¿puedo "currar" en un museo o en algún monumento histórico mostrando a la gente lo guay que es?- se oyó al fondo de la clase.

- Además, puedo también coger un pueblo, por ejemplo, y a partir de su historia o de su patrimonio, montar una película "tope guapa", que la gente del propio pueblo despierte ese sentimiento de pertenencia adormecido y hacer diversos talleres con el objetivo de implicar a la comunidad en el desarrollo de su municipio.- dijeron otr@s más pedantes.

- Sí.- contestó Carles.

- Espera, repítelo otra vez.- dijo alguien.

- ¡LA EDUCACIÓN SOCIAL COMO ELEMENTO DINAMIZADOR DE LA CULTURA!- gritó con entusiasmo.

Y oigan, ojipláticos y ojipláticas nos quedamos. 

Así es amigas y amigos, la Educación Social puede actuar en este recóndito espacio de la educación no formal, mediante la activación del patrimonio histórico y cultural. Pero esta actividad no es aséptica, es decir, no puedes de repente plantar una silla en el jardín de tu casa y decir: "voy a hacer de esta silla, patrimonio histórico, porque yo tengo el poder de la activación cultural". No es así, no os flipéis. Para hacer comprensible y valorado el patrimonio cultural debe responder a una serie de factores, que son, entre otros muchos:

- La existencia de una voluntad política de potenciar el patrimonio, orientado a la valoración social y la utilización en la educación.

- Priorizar en estrategias de difusión, pero sin desdeñar la investigación y la conservación.

- Adoptar planteamientos museográficos de carácter moderno, usando nuevas técnicas y tecnologías para ir más allá de una explicación puramente teórica.

- Un planteamiento veraz que tenga en cuenta la didáctica como hilo conductor de aprendizaje.

¡Y casi se me olvidaba! La activación cultural ha de tener un discurso elaborado, consciente, polisémico y, sobre todo, real, para conseguir la efectividad que busca. Entonces, para que dicho discurso tenga un sustento, se debe basar en una buena selección de qué elementos van a estar presentes en la activación, de qué forma se van a ordenar y cómo se van a interpretar.

1..2...3 y...¡listo! ladies and gentlemen, ¡a activar se ha dicho!

Y, después de esto, nuestro compañero Ezequiel Julio, nos habló de su oscuro pasado. Antes de ser nuestro amiguete de clase, fue stripper. 

Ah, no, mentira. Formó parte de un proyecto de animación y dinamización de un pueblo situado en la comarca de La Costera. De esta forma, propulsó, la teatralización de una recreación histórica sobre el pasado del municipio, usando como hilo conductor, la creación de la orden de los templarios, que se llevó a cabo en el propio pueblo. En la propia recreación, participó toda la población, dividida en comisiones de trabajo, ideaban y gestionaban todo lo que concernía al proyecto. 

Entonces, recapitulando, esta semana nos hemos encontrado con otra vía de trabajo como educadores y educadoras sociales, hasta ahora desconocida. Esto nos hace pensar sobre la manera de entender nuestros estudios, ya no solo como una disciplina "rehabilitadora" en colectivos en riesgo de ser excluidos, sino que también puede ser dinamizadora en diferentes contextos, utilizando la cultura como elemento unificador de un pueblo o de un grupo de personas.

En Valencia, encontramos una empresa llamada "Viviendo del Cuento" formada por animadoras y animadores, cuyo objetivo es está revitalización de la cultura. Así, encontramos un vídeo de un proyecto llevado a cabo en Orihuela, donde pretendió involucrar a toda los ciudadanos y ciudadanas a partir del patrimonio cultural e histórico del pueblo. Este fue el resultado.




¡La Educación Cultural también mola!

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