domingo, 10 de mayo de 2015

Déjame todas las arrugas, no me quites ni una, he tardado toda una vida en conseguirlas.

A lo largo de estos años las materias se han centrado, mayoritariamente, en los y las menores en situación de desprotección y/o desamparo.

Pero… ¿qué pasa con las personas mayores?

Los recursos habituales para la tercera edad son bien conocidos: Clubs de jubilados, centros de día, hogares asistidos, Nau Grau, Universidad popular, residencias, Centros Municipales de Actividades para Personas Mayores… 

Ahora bien, en la tercera edad volvemos a ser dueños de nuestro tiempo y tenemos la oportunidad de incidir en las vocaciones personales.

Podemos hacer aquellas cosas que, por las obligaciones propias de la vida, no pudimos realizar en etapas anteriores. 

De este modo, hay dos concepciones de vejez que conviven en este comienzo del nuevo siglo. El modelo deficitario, basado en el modelo médico tradicional que, en torno a los cambios biológicos, conceptualizó a la vejez en términos de déficit y de involución, y el modelo de desarrollo, basado en la necesidad de redefinir la vejez como una etapa diferente de la vida pero también plena de posibilidades.

La Animación Sociocultural apuesta, sin lugar a duda, por el segundo modelo, pues son siete palabras las que definen lo que pretendemos conseguir con la acción educativa en la tercera edad desarrollada a través de Programas de Animación Sociocultural: autonomía, desarrollo, relación, participación, convivencia, creatividad y utilidad.

Para ello, deberá de tener como objetivos la realización personal, una mayor integración en la sociedad, fomentar la educación y formación permanente, facilitar el acceso, mejorar la calidad de vida y desarrollar actividades críticas frente a la vida. En esta línea, la acción y relación educativa ha de sustentarse en promover acciones del área formativa-cultural, incidiendo en las carencias culturales así como en áreas de actividades sociales y participación ciudadana, si bien aunque haya implicación directa de las personas mayores, ha de haber alguien (una educadora social, un animador sociocultural…) que plantee la programación y/o el proyecto a realizar.

Pero… ¿Y qué ocurre con aquellos y aquellas mayores que se encuentran ante una realidad de plena soledad? 

Actualmente, está habiendo un envejecimiento de la población en España, concretamente en la Comunitat Valenciana hay más de 793.000 personas mayores de 65 años, y un alto porcentaje de ellas sufre problemas que a menudo son invisibilizados. Como bien han demostrado numerosos estudios, la soledad es un factor que puede producir problemas de diversa índole, repercutiendo en la salud, la autonomía, la economía… 

Muchas de estas personas mayores viven en sus casas, pero no tienen ninguna compañía. ¿Puedes imaginarte a ti, todo el día dentro de tu casa, sin hablar con nadie; sin tener a nadie a tu lado de confianza? Difícil, ¿verdad? Es por ello, que hay fundaciones y asociaciones que luchan contra esta lacra social, como es la Fundación Amics de la Gent Major, quienes a partir del voluntariado realizan acompañamiento a domicilio y en hospital. Quizás algunos y algunas no la conocíais, a mí es que me interpela de manera directa, puesto que participé en ella hace unos años, visitando a Sebastián, en una residencia cerca del Cedro. Era alentador ver como cada viernes su sonrisa y su energía volvían a hacerle tener ilusión por compartir y disfrutar de la vida, hasta que falleció.

Decidí dejar la fundación, pero mi madre llenó ese hueco; a día de hoy sigue visitando y acompañando a Mª Dolores, una mujer con una vitalidad increíble, pero con una salud muy deteriorada.

Pero cada historia, cada acompañamiento, cada amistad es única, y en el siguiente vídeo podéis escuchar la de Alexandra y Magdalena: 


En definitiva, hemos de reflexionar sobre el valor y la importancia de cuidar a nuestros y nuestras mayores, así como hemos de dejar de verles como personas pasivas, y no hay mejor ejemplo que el de los y las “iaioflautes”, personas mayores que de forma autogestionada y autoorganizada, en distintas ciudades y pueblos de España, luchan por sus derechos y por los de sus hijos, hijas, nietos y nietas. Toman parte de muchas luchas sociales y políticas en estos tiempos de crisis.

Por último, y aprovechando que el curso se acaba, la faena se acumula, la carpeta de apuntes espera inquieta a ser abierta… ¡¡Relajémonos un momento!! Y nada mejor para ello que la lectura del cómic de Paco Roca “Arrugas” o del visionado de su película.


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